Que no caigan los despojos
Alguna vez los nombres
las uñas desgarradas
las paredes rasguñadas de piel
los zócalos de la razón.
Alguna vez…
Quizás en otros próximos segundos
millones de segundos abstractos
acabarán en el desagüe,
sobornados
en la subversión de latidos
renegados.
Alguna vez…
/ Clama la fe autista, atea,
por la bendición de la cordura;
que no caigan los despojos sobre mis pies
mientras afuera el orbe me mastica los pasos./
He contado en mis espantos
los borregos de mis sueños,
estabas entre ellos;
pasaste dos de cada tres insomnios
uno de cada dos una loba hambrienta
persiguiéndote:
mi locura.
Pintura: Obra de Juan Enrique Alcalá-Zamora Arroyo
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Cariños!
Mi cariño para vos.
Besos.