Dame las manos sembradas de ti

Dame las manos sembradas de ti para vestirme de ellas y ser le caricia perpetua el código cifrado de tu génesis y sentirte la maravilla cubriendo mi universo. Abraza mi espera y sus rincones ocultos anhela conmigo pisar la misma huella el mismo tránsito por callejas ebrias cuando cante el alba su sed de vino. Dame el tiempo de alondra temerosa haré un nido de gárgola entre dos torres de nacarados sueños donde gima el vientre su hambre de vida. Regresa ahora del silencio hay una espera de labios impacientes colgados de una antigua melancolía encuadrando los mustios recuerdos. Se por un instante la plegaria del beso la reconciliación de la rosa y su espina; no niegues a mi infortunio el derecho a reencontrarte. Hay buscadores de olvidos espiando las calles ellos pervierten los recuerdos y sus huellas los mapas y sus trazados que te lleven a rozarme; se la cruz de mi brújula, mi molino de viento. La urgencia que clama mi simiente en la vorágine crepuscular del hombre; el que ansía ser inm...