Nudos

Habitas en mi garganta como el primer tren rumbo al canto eterno. Evacuas el humo en tu aire y el último vagón respira melodías. Respira de vos. Son los días que viajan húmedos que atraviesan lastimando cuerdas irritadas, disimulando amagues de extrañezas entre los pañuelos de versos desechados. Es el resfrío que irrita a la ausencia. No obstante sigo la marcha y reverbera la luz de la farola entre luciérnagas, son las ventanillas del alma que se abren colapsando las retinas. Hasta los míseros lacrimales se anegan.