Afuera corren buenos tiempos

Calma, afuera corren buenos tiempos,
y el aire, sortilegio de amapolas,
enamora la ansiedad de la espera.
Deja que tus marfiladas manos
añoren el bronce de las estatuas
con sus historias de verdes oxidados;
no corras tras las palomas
ellas sólo recogen migajas de los escombros.
Sé tu misma, no te inventes.
Fluye como el aire debajo de los aviones,
levanta vuelo desde tu torre.
Erige un castillo con miserias que te incomoden,
destruye el puente sobre su fosa,
siéntate a ver tu obra; y sonríe.
Comentarios
Maravillosa!!!
No tienes idea de cuánta luz me regala esta bella poesía!
Besos,
Chiqui.-
un abrazo
Muchos cariños!
Sólo los espíritus agrietados poseen aberturas al más allá.
Cuando regresan destellan obras bellas como esta.
Te enlazo para seguirte mejor.
Cálido abrazo.
Un fuerte abrazo. Te quiero amiga.
Besotes.
Dann
Mi abrazo.
Gracias por sonreir.
Mi cariño.
Saludos.