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Mostrando entradas de julio, 2009

Próximos amores muertos

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El tiempo acerca nuestros ventanales abiertos y no vemos a nadie. ¿Acaso hay vida todavía donde refleja la tarde melancolías agudas que perforan el aire? Hay caminos quebrados manchados de follajes. Entrelazados cipreses aventando vientos congelan la sangre, y yo deglutiendo próximos amores muertos. - Debo marcharme… - Puedes quedarte… Mimeticé el paisaje; sorprendido en triunfal espera miré mis tiempos, aún quedaban minutos antes que parta la tarde. Tomé tu mano rendida y lloré. - Debo marcharme.

A tus besos

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Tendida observas, camuflas en tu boca una sonrisa. Entre velos de distancias apuntas la mira que guían por el universo oscurecido los misiles de tus besos, atinando en el blanco que esperaba quieto. Se esparcen pétalos deshojados y marchitos, caen sangrando rouge sobre el jardín del lecho. El parte dice escueto: misil en el blanco, impacto certero a un corazón muerto.

Noche de amantes

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Noche de amantes aferrados a un incierto tiempo límite de todo el desconcierto; afuera la calle recoge miserias de tantos pasos muertos. Caminas silenciosa impregnada de placeres, regresas plena, satisfecha; has acumulado tantos orgasmos en tu boca de páramo. Sonríes, el humo de un cigarro trepa peldaños buscando otro cuarto ocupado, esta vez no estarás serán otros los cuerpos enlazados. La misma historia quizás de otros dos amantes extraviados. Las calles murmuran tus tacos arrastrados, conocen tu resignado andar; tantas veces las has caminado. Y te imaginas la misma rutina la misma puerta de tantas noches vacías: -hola amor… hola querida- y el beso en la mejilla. Afuera la calle acunará tus melancolías.

Abres

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Abres, expandes, te instalas anocheces en mi, cercenas tus miedos detrás de mi muro adentro, entre sus ladrillos, te vuelves raíces mimetizas mis formas te acomodas y te quedas. Brote verde te eriges en mí. Átomos de concreto comparten tu cuerpo, seducida al gozo de mi piel te rindes, extenuada y urgida; afuera sólo miradas, no entienden el porqué brotas sin tierra fértil, no me ven, no han de entender. Extiendes tus hojas, te dejas ver. Somos amalgama de piedra y savia entrelazando raíz y pared; partes mi dureza, la mutas, expones un débil corazón de miel; me vuelvo follaje bajo de tu sombra raíces de vida tiene mi pared.

Hoja en blanco

Hay algo en el aire detrás de esas hojas en blanco grabadas en mi memoria, que acercan meciendo un sueño y esa melodía que envuelve que subyuga e incita a ser poema. Y este hombre bebe de ti anestesiando las palabras en ella: te extraño tanto o más que antes. Has venido tantas veces a mis oídos que te has vuelto melodía en el alma.