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Mostrando entradas de agosto, 2008

Alberto Girri

"A la poesía no se la define, se la reconoce"

Intención

La rosa me robó un beso antes de llegar a tus manos, no creo poder perdonarla, pues debió robarme todos.

Esteeee...

¿Un contador de visitas, es un medidor de EGO? Un rostro, un espejo. ¿Amor u odio? Un simple centavo mueve hasta las estatuas (vivientes).

Desvaríos

Desandando caminos, sobre mis pasos transcurridos cada salida hacia delante es un suplicio cada regreso a mi morada es un martirio… …de angustia desbordada, de temores, de la incertidumbre inexplicable, del miedo a mi propio interior ridículo… …que empeñado en suicidarse sale a buscar sin motivos el espacio que no existe mas que en su cuerpo VACÍO. Y regreso, y me escapo y vuelvo a regresar dolido a ese espanto instintivo que significa estar vivo. ¿Autocompasión?... ¿Locura y desvarío? Paso… ¿algo de todo esto SERÁ MÍO? Desandaré quizás tantas veces estos caminos, enterraré mil veces la eterna pregunta y saldrá airosa en respuesta franca con un NO rotundo. ¿Será SIEMPRE lo mismo?

Efímero

Amor prohibido, deliciosa y excitante locura.

Renacer

Amaneció el invierno entre pálidas escarchas, Atrás el otoño, embarrado de hojas dejaba mi alma, todo parecía, la ausencia, la nada, y en el páramo yermo, sin darme yo cuenta la vida brotaba. Volveré a tu encuentro, dijiste sonriendo la noche en que el tiempo de vida acababa, me verás rondando y seré esperanza, cuando la nevada cubra la montaña. Me verás más blanca que la nieve blanca. me verás más pura que la pura agua, brillarán tus ojos, igual que tu alma cuando me descubras en la rosa blanca. Y sabrás entonces que bajo las nevadas floreció tu rosa junto a tu esperanza.

Amor o desvarío?

Incipiente amor, en vapuleado corazón, quien retorna del hastío, de los amores oxidados en baúles de olvido. Retoño reverdecido, de un árbol reseco y muerto. Brote seminal que resurge del deseo, de recuperar el sol de los días que no fueron. Te doy la bienvenida en señal de respeto, en señal de esperanza te entrego mi sueño. ¿Eres amor, la lluvia del estío? ¿Regarás las cuencas de mis secos ríos? ¿O sólo serás correntada arrastrando mis desvaríos? Amor incipiente, serás quien sabe acaso, un futuro olvido. Pero mientras germines te regaré como mío, porque mi tierra reseca necesita de tu río.

Ingenuo amor

Ingenuo amor, te creíste el elegido, que tú eras el dueño de todos sus suspiros, que eras la energía que aceleraba sus latidos. Arrogante amor, dueño de su nada y de su olvido, dueño de su espera, pero no de su destino. Dime ¿Qué creíste cuando se cruzó en tu camino? Que al hacerle el amor ¿Estabas en su corazón metido? Si sólo fuiste un respiro de su abrumador hastío. Ingenuo amor, el muro que hoy lamentas se estrelló en tu rostro y lo hizo añicos. Escupitajos de flechas se clavaron en tu pecho, envenenadas de burlas y sarcasmos mal paridos. Se rieron de tu ingenuo amor enceguecido, te patearon el trasero de animal malherido, te arrojaron como tiesto y te dejaron vacío. Por eso cuando despiertes a tu corazón partido, tírate de las orejas como señal de castigo, júrate hacia dentro que nunca serás vencido, que nadie más en tu pecho volverá a clavar cuchillos.

Memorias de amor

Pienso, si mi amor hubiese sido bruma, se hubiese disipado con el viento, o disfrazado tal vez, de gotas de rocío, sobre la hierba reseca del invierno. Pienso, si mi amor cuando te fuiste, hubiese sido relámpago en el cielo, en perecedera luz languidecida, no podría tocarte ni en recuerdos. Pienso amor, y esto es tan cierto, que cuando el amor no es todo eso, la ansiedad de la espera regurgita, la dolorosa memoria de los tiempos. Y el recuerdo del amor es lacerante, comprime en angustia y fibrila el cuerpo, deshilacha en hebras la esperanza, de encontrar el amor en otros besos.

Poesías cortas

Devolución Hoy vi a un bebe en brazos alimentando a su madre. Felicidad El ciego sonreía porque podía mirar al sol a los ojos.