SINO

Me contaron que te vieron persiguiendo una quimera,
que ya no eras la misma, que algo en ti había muerto,
que el amor al que aferrabas se había marchado lejos
dejando tus manos frías y un gran vacío en tu pecho.

No fueron correspondidos, el amor, las caricias y besos,
que ultrajó sin compasión la inocencia de tus sueños,
que forjaste aquella noche cuando el mentía un te quiero,
y te aferraste enamorada consumando los deseos.

Que ya no eras la misma, eso entonces me dijeron,
que divagabas recuerdos por horizontes eternos,
esperando su llegada como un vigía de puerto
la barca que lo trajera para encallar en tu cielo.

Yo tampoco soy el mismo, algo en mi también ha muerto.
Ya no quedan esperanzas que alimenten estos sueños,
de poder decirte un día, que eres mi luz, mi sino y mi cielo.
Que hubiese dado la vida tan solo por un momento,
para acariciarte el alma con la ternura de un beso,
y pedirte que te quedes, que afuera no hay otro cielo,
que pueda darte la calma o el amor que te mintieron.

Que ya no somos los mismos, eso fue lo que dijeron.

Comentarios

Yo ha dicho que…
Hola!
Gracias por pasar por mi blog.
Daré un vistazo al tuyo.
Qué estés bien!

Entradas populares de este blog

Donde duermen las lluvias

Con las manos en los bolsillos

Aquellas incógnitas