Sin tiempos

Cuéntame sobre el ocaso
desde mi lugar no puedo verlo,
he perdido el horizonte
desde que estoy preso.

Dime si tus noches son tan largas
como las noches de mi encierro,
hace tiempo las estrellas,
brillan ausentes en mi cielo.

Muéstrame con palabras
la fina lluvia del invierno,
aquí la humedad de mi celda,
cala profundo hasta mis huesos.

Cuéntame quien te abraza
en la tibieza del lecho,
la soledad en mi cama
se ha llevado tus recuerdos.

Dile cuanto te he amado,
te he brindado hasta mis sueños,
entregándote mi alma
en bandeja de terciopelo.

Si alguna noche me piensas
en los brazos de otro dueño,
recuerda que te marchaste
dejándome en este infierno,
mi cárcel interior, mi celda,
de mármol frío de inviernos,
donde no veo horizontes,
ni lluvias de estrellas, ni cielos.

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