¡Pero cuánto la amé!

No se si la amo
o la nostalgia traiciona,
¡pero cuanto la amé¡ eso es seguro.

Pero la mente no razona
y cada tanto cava en la memoria;
en el hueco de su ausencia, y la evoca.

Tal vez solo ame su recuerdo;
y la compare
con otro amor que no tengo.

Pero es lindo amarla, a veces,
cuando no la tengo;
aunque sus brazos no abracen.
y no me besen sus besos.

¿Será acaso la necesidad
de abrazar su recuerdo?
Y me confundo en amores
a pesar que no la tengo.

¿Quizás ahora la ame,
o amo solo su recuerdo?
No sé, pero es lo de menos;
todavía la siento.

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