Simple y cotidiano



Parece simple y cotidiano pero…
¡Qué bien que tomas la taza de café con tus dedos!
la elevas en un suave ritual hacia tu boca,
la seduces, ella dibuja una apertura sensual y delicada
y la posas sutil en el filo de sus labios;
hueles, absorbes y tu lengua juega,
palpando los sabores que fluyen
en aromada cascada interior
mezclados con tu natural sabor a menta.

Y respiras…
y tu aliento sabe a madrugadas,
a néctar consumido en noches de silencios
cuando el amor relajado aspira el tabaco
y se consume en otros sentidos;
te miro, gozo de ese preciso instante
y pienso…
¡Qué bien que tomas la taza de café con tus dedos!

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