Gotas




La casa silenciosa no dice nada;
apenas el agua de gotas
cayendo en monólogo compás
de la canilla mal cerrada.

Y tu silencio;
tus sones en mi cabeza
salpican uno a uno
y tu risa que no calla,
que deleita pero que falta,
precisamente el día de hoy
cuando el silencio de la casa
cae como púas de agua en mi cabeza.

Se confunden las urgencias de escapar
de las monotonía de esas gotas
y de encontrar las tuyas
como música refrescante del alma.

Y el silencio de la casa muerde mis labios,
te extraña, nuevamente ella te extraña;
porque esas gotas aturden
los ecos que quedan de tu risa
cuando ríes para mi
y para ella eres la vida.

Pero vuelves amor en esta noche;
a pintar grafitis en las paredes,
a envolverme de risas
y las gotas por un instante callan,
se ríen contigo
y yo me rio con ellas.

Hasta el momento que te duermes
y te apagas.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Tus versos envuelven mucha trsiteza, son muy sentidas tus palabras.

Besos.
Daniel ha dicho que…
Parece una tristeza pero en realidad es una nostalgia ansiosa que se va cada noche cuando su risa regresa, esto es verdad.

Gracias y besos.
El gato escondido ha dicho que…
Y es que la risa siempre permanece Daniel, es como una huella imborrable, la sonrisa es eterna querido amigo.
Daniel ha dicho que…
La sonrisa es eterna, muy cierto amiga; ella sigue marcando el ritmo de mis gotas.
Gracias.

Entradas populares de este blog

Donde duermen las lluvias

Con las manos en los bolsillos

Aquellas incógnitas