Donde las mareas



Brotó en la calle
de improviso,
como un trueno seco;
descerrajó dos balazos de miel
sobre mis ladrillos de vidrio,
mis dos ojos de vidrio,
mis lirios ciegos;
irrigó arterias
donde hubo intemperie de cirios.

Se aposentó dueña
ama-da-ma-gestuosa,
señora de la vorágine
con su espada cantarina
entre mis costillas y la coraza.
Fue mucho, mucho más
que un sincope de mareas,
mucho más.
Demorará en retirarse.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
un léxico exquisito. me tramo tu tremendo escrito.
un abrazo mi hermano
Chiqui Abreu ha dicho que…
Hermoso, querido Dann, es una entrega a ese amor que se acuna en el alma.
Te quiero mucho y admiro tu arte!
Besos,
Chiqui.-
Daniel ha dicho que…
Abrazo mi querido amigo reltih y gracias.
Daniel ha dicho que…
Mi querida Chiqui, gracias por ser tan agradable compañía.
Un gran abrazo.
Dann

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