Cinco minutos




Elegía de vientres anexados
implorando dos toques de cesura,
duelo de sábanas
pintadas de transparentes huellas.

El silencio pintó agujas en los ojos.
Un cielo de terrazas caía del abandono
y una cola de esperma flotaba sin su cuerpo,
moría suavemente el éxtasis,
arrollador génesis abortado.

Cinco minutos aplacaron la urgencia,
las agujas clavadas entre las costillas del tiempo
sucumben como gigantes tótems
en las espaldas indiferentes.
Inexorable el tiempo acaba.

Se duerme mirándose
entre dos coordenadas extraviadas
en el meridiano del vetusto deseo;
la absurda mentira
del amor eterno.

Comentarios

Soledad Arrieta ha dicho que…
La absurda mentira..
Se lee lento, con la pesadumbre que necesariamente transmite, con el hastío de las soledades abrumando las palabras.
Excelente poema, como siempre.
Cariños Daniel!
vuelo de hada... ha dicho que…
Cuando nos negamos a creer que no sea eterno en realidad sufrimos mas por el aferro.
Excelentes versos aunque duelen.
Un abrazo Daniel.
Anónimo ha dicho que…
si mi apreciado amigo, hay amores que llegan en paquetes abstractos.
un abrazo, poeta.
Clara Schoenborn ha dicho que…
Hay tantos momentos que parecen amor, aún los que parecen eternos. Muy buenas imágenes en tu poema, me han encantado y las he leído varias veces. Un abrazo amigo.
Daniel ha dicho que…
Es lento y ocioso como la lenta agonía del deseo. Gracias Sole por volver.

Un beso.
Daniel ha dicho que…
Hada tienes razón, también tratamos de improvisar estímulos para levantar el ocio; sin sentido cuando ya no hay nada que regar.

Un besote y gracias por volver.
Daniel ha dicho que…
Adolfo, gracias por leer esta lenta locura de la nada.

Mi abrazo.
Daniel ha dicho que…
Gracias Clara por tu valentia de leerlo varias veces.

Mi abrazo afectuoso.

Entradas populares de este blog

Donde duermen las lluvias

Con las manos en los bolsillos

Aquellas incógnitas