Profundidad

Hoy he visto unos ojos
horadando mi mirada,
resplandecía en su albor
la candidez y la calma.
Nadie rondada mi casa
ni el alféizar en mi ventana,
solo tañidos de bronces
y soliloquios en mi alma.
Hoy he visto unos ojos
reflejando mi esperanza,
no era un milagro divino,
eran los ojos de tu alma.

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