Tríptico equilátero





Estoy en la libertad implícita
de una taza de café sobre los labios,
seduciendo sus aromas
en el ritual mágico de saberlo una víctima
y el liberador al desahogo de un insomnio
de esta noche que no cierra.
Donde los ampos trasnochados
iluminan la conciencia
y sus películas remake
se proyectan en la sala de mi memoria
atiborrada de fantasmas que tampoco duermen
sus respectivas vigilias.
Ellos también beben mi café.

Entonces me visualizo invisible
y el aire se transforma en morfina
que no me roza la piel pero se clava en ella
paralizando la noche bajo mis pies
para volverla eterna.
Y llegas tú, cortando el sorbo fatal de cafeína,
el tríptico equilátero que equilibra
la horizontalidad de mi sueño.
Justo ahora que estaba espabilado
para esperarte despierto.

Comentarios

Soledad Arrieta ha dicho que…
Daniel, tu poesía es cada vez más cautivante, sentí el aroma e incluso el sabor del café, sentí la espera y sentí la magia que sólo un buen poeta sabe generar...
Cariños!
Isabelle ha dicho que…
Hola:
Tenía que volver por aqui no? Un seductor de "cafés" y un "café" cuyo aroma se complace en seducir... será asi?, siempre hay tanto misterio en los versos que comparten la vigilia.

Gracias Daniel, por permitirme ingresar a tu mundo, te invito al mío, cuando gustes, a nosotros nos seduce el café y la poesía.

http://poetasalacarta.blogspot.com/
Daniel ha dicho que…
Solcito, gracias por tus bellas palabras, seguimos intentando aprender a escribir poesía, de eso se trata.

Mi cariño.
Daniel ha dicho que…
Isabel, gracias por volver, ya he estado en el tuyo y me pareció excelente, volveré con más tiempo para disfrutarlo mejor.

Saludos.

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