Murió la tarde, como el trigo segado, como el viento desgranándose en brisas. Así nos desgranamos gastando los abrazos, los te quiero de lluvias, los siempre suspensivos, y al igual que el trigo, nos convertimos en masa para nuestro pan diario, y somos amantes sin la carne, implícitos en piel y noches; nadie nos vio, nadie lo sabe. Sólo las lluvias amándose sin verbos.
Comentarios
EL que no prueba la suerte merece la muerte .ES un dicho q decia mi papa y siempre lo tengo presente
espero poder conversar contigo ok estoy en la compu
cali
cali
besis
cali adinolfi
espero estes bien y te envio besos
cali