Dani, siempre se puede amar, el amor, nunca deja de ser amor, se transforma e intenta sobrevivir a pesar de todo, resiste, lucha, no se deja vencer, no importa si hay rostro, sobre rostro, diez mil mascaras no pueden ocultar a un amor verdadero.
Es cierto abuela, podemos amar detrás de máscaras y disimular que no amamos intensamente; pero un amor que no se expresa, que no sale al cielo, es como una raíz sin planta. Gracias por volver.
Como un niño travieso se escapa como un látigo de luna que sisea tentáculo holográfico que de un quieto anhelo se desprende como una certidumbre de vida arrastra el apetito de roces ella al alcance de un beso al oído de un aromado te quiero en los ojos de un químico enlace de sudores en los labios espera e intuye que otra vez no llegará que los pies de plomo se amuran al suelo de sus miedos el hombre y su hambre masticará cobardía por lo bajo /y sus ojos/ sus manos en los bolsillos clavarán las uñas contra sí mismo y se diluirá como siempre hasta morir en el intento retrayendo la culpa /por lo bajo/ un holograma huirá sin los abrazos /que inertes se replegarán/ hasta morir asesinados por la cobarde inacción de su amor.
Volver a amarte, volver al origen de donde nunca me he ido; de tu alborada azul de tu pequeño tutor de mimbre donde aún descansa mi sombra; allí sobre la planicie ansiosa de estíos. Volver hasta la orilla emancipada, hurgar en los trastos olvidados donde marchitas las hojas que escribimos reverdezcan en abrazos de lluvias; donde purgar la condena de los descuidos sea la consigna de otro intento. Volver y ser, la palabra en tu boca, el nombre austero que llamas, el que muerde tu melancolía tu espera imposible, la que no esperas desde la brújula rota olvidada en los jardines de un adiós egoísta. Volver y desoxidar los labios abarrotarlos de sabores nuevos y encontrarnos a la intemperie desnudos en el primer beso, sabernos antiguos amantes recuperando la magia de los sueños.
Todo habla de ti, hasta el olvido te recuerda. Trago dulce, bautismo de piel sobre mis coordenadas, flagrante apotema en travesía hacia mis frágiles lados. Circuncida los poros que respiro el aire mezclado de tu polen morena rosa sin espinas. Habla el cristal son huellas de tu nariz oliendo la distancia de lluvias, vacuos senderos donde me encontrabas. Cada lágrima de pétalo es un pedazo de ti que recojo para a/r/marte sobre mis escamas.
Comentarios
Este poema me hizo sentir mucho.
Trasnmitir sensaciones y sentirlas es tan maravilloso...
"Yo te amo, por supuesto que te amo, ¿quién lo impide conciencia? esos dedos señalándome de vergüenza, yo le amo, ¿quíen queda? la espera"
Un beso poeta!
Un placer leerte,
te quiero mucho Dani.
Gracias por volver.