Esclavo y amo

Masticando ensueños entre las rosas perdidas
elevas carruseles sobre tus pétalos de vida,
me paseas por paisajes de fantasías y sueños;
como tú nadie me da el amor, por eso te quiero.

Giras, ruedas, murmuras piruetas, gráciles figuras,
atraviesas mis túneles, te subes a mi tren fantasma,
espantas con sonrisas esqueletos de recuerdos;
como tú nadie me da el amor, por eso te quiero.

Y me dejo llevar, sucumbo al táctil roce de un beso,
enredo mis dedos como cerrojo entre tus dedos
para no soltarme, para no dejarte huir por otro cielo;
como tú nadie me da el amor, por eso te quiero.

Me atengo a tus anhelos, rindo pleitesía, me entrego
sumiso y altivo al delirio que sugieren tus deseos,
me vuelves esclavo y amo cuando estoy dentro;
como tú nadie me da el amor, por eso te quiero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Donde duermen las lluvias

Con las manos en los bolsillos

Aquellas incógnitas