Espacios vacíos

A veces me sorprendes: de pronto te vienes,
te estrellas en mis ojos, te partes en besos,
incineras mis manos entre tus antojos
y asfixias mi aire con mieles de te quiero.

Bailas en mi cuerpo, lo inflamas con tu fuego,
arrullas en cadencias mi corporal deseo,
refriegas tus aromas de piel sobre mi cuerpo,
te vuelves contenedor de los zumos que dreno.

Sólo a veces me sorprendes, muchas desapareces,
te encierras en mutismo de piel, de voz, de todo;
me mantienes al acecho, expectante, siempre
rondando como fiera enjaulada en sus deseos.

Entonces soy el que te busca e inerte te encuentro,
indiferente a mis juegos, a mis caricias y besos,
pierdes la mirada en tus espacios vacíos
te enajenas del amor y te vuelves hielo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Donde duermen las lluvias

Con las manos en los bolsillos

Aquellas incógnitas