Esa terrible costumbre (una mancha en la pared)

Terrible esa costumbre de ignorarme
como estambre colgado del alambre,
las manos abrazando telarañas
y mis vinos enredando los paisajes.

Me dejas detenido en los andenes
esperando ese tren que nunca llega,
las vías extinguidas que no mueren
y ese horizonte eterno que se aleja.

Terrible esa costumbre de ignorarme
pasaste por mis sienes tantas veces,
mirando como quien mira el derrumbe
de lava de volcán que se estremece.

Pisaste mis huellas tantas veces
en los caminos donde fui a buscarte,
siguiendo esta utopía de tenerte
pero fuiste viento y te marchaste.

Terrible esta costumbre de ignorarme
suciedad en la pared, un enchastre,
que el tiempo (por ti) vendrá inexorable
con el pincel del olvido para taparme.

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