Instantes

Te vienes como un orgasmo
desde mi sexo hasta el hombre,
enredada en las arterias,
oxigenando mi sangre.

En el instante preciso
eternamente exultante,
detienes la geografía,
mi cerro entre tus valles.

Te derramas en cascadas
al cauce de mis torrentes,
alimentamos el hambre,
dos orgasmos, una fuente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Donde duermen las lluvias

Con las manos en los bolsillos

Aquellas incógnitas